Tercera Unidad: Informe de Grupo 1

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE HONDURAS

 

 

 

HISTORIA DE HONDURAS

 

CATEDRÁTICO:

DRA. GLORIA ANARELLA VÉLEZ OSEJO

 

 

TRABAJO EN GRUPO

 

TEMAS: PROCESO EMANCIPADOR Y REPÚBLICA FEDERAL DE CENTROAMÉRICA

 

 

INTEGRANTES GRUPO NO.1

 

Ramón Onan Sanabria Rivera                      20011002726

Allan Omar Zamora Pavón                   20051011932

Maryori Marbella Zelaya Mairena               20091001240

Bessy Luribeth Hernández                    20091004537

Janina Martínez                                     20031005488

Jorge Luis Banegas Moncada                       9712655

MARIA ELENA LAGOS PONCE                20070006323

                   

 

 

SECCIÓN: 1707

 

TEGUCIGALPA, MDC 27 DE JUNIO DE 2009

TRABAJO EN GRUPO

Antecedentes y detonantes del Proceso emancipador

Este proceso de emancipación se dio desde 1808 hasta 1826 en casi todos los territorios que eran controlados por españoles; las principales causas para que se hayan dado estos hechos fueron la indignación del pueblo al sentirse discriminados socialmente por los españoles. Además tanto la revolución francesa como la de Estados Unidos también influyo en los criollos que eran enviados a estudiar a Europa los cuales tenían un pensamiento ilustrado y sostenían como principio básico la lucha por la libertad.

 

Adicionalmente, la noticia de que Guatemala había proclamado la separación de España el 15 de septiembre de 1821, la Diputación Provincial de Comayagua proclamó la independencia de Honduras de la Monarquía española el 28 de setiembre de 1821. Posteriormente Honduras pasó a formar parte del imperio mexicano de Agustín de Iturbide, hecho que duró hasta la formación de la República Federal de Centroamérica en 1823. Entre las figuras más relevantes de la historia centroamericana de la época federal figuraron los hondureños José Cecilio del Valle, redactor del Acta de Independencia suscrita en Guatemala el 15 de setiembre de 1821 y canciller de México en 1823, y Francisco Morazán, Presidente federal de 1830 a 1834 y de 1835 a 1839, cuya figura encarna el ideal unionista centroamericano.

 

Al poco tiempo, las diferencias sociales y económicas entre Honduras y sus vecinos regionales exacerbaron la áspera lucha partidista entre líderes centroamericanos y trajeron consigo el colapso de la Federación en 1838 – 1839. El Gral. Francisco Morazán —un héroe hondureño nacional— condujo los esfuerzos fracasados para mantener la federación. Restaurar la unidad centroamericana fue el objetivo oficialmente indicado como principal en la política exterior hondureña hacia el final de la Primera Guerra Mundial.

Alternativas y resultados de la lucha ideológica del proceso emancipador

Honduras se separó de la Federación centroamericana en octubre de 1838 y se convirtió en Estado soberano e independiente. Sin embargo, en los decenios de 1840 y 1850 participó en varios intentos por restablecer la unidad centroamericana, que no dieron resultado, tales como la Confederación de Centroamérica (1842-1845), el pacto de Guatemala (1842), la Dieta de Sonsonate (1846), la Dieta de Nacaome (1847) y la Representación Nacional de Centroamérica (1849-1852). Posteriormente adoptó el título de República de Honduras. No obstante, el ideal unionista nunca se abandonó, y Honduras fue uno de los países centroamericanos que procuraron con mayor interés el restablecimiento.

En 1840 Comayagua era la capital de Honduras, luego fue trasladada a Tegucigalpa en 1880. En el siglo XX se desarrollaron los cultivos de la tierra, viene la transnacional Standard Fruit Company para desarrollar la siembra del banano, comienza la migración del campo a la ciudad.

Fortaleza de San Fernando de Omoa: Construida por los españoles para defenderse de los piratas

En el siglo XIX se proyectó la línea de ferrocarril desde la costa caribeña a la capital, pero agotó su presupuesto cuando alcanzó la ciudad de San Pedro Sula, por lo que se convirtió así San Pedro en el principal centro industrial y la segunda ciudad más grande.

Desde la independencia, casi 300 rebeliones internas han sacudido el país, guerras civiles y cambios del gobierno, más de la mitad de ellos durante el siglo XX. El país tradicionalmente careció tanto de una infraestructura económica como de integración social y política. Su economía basada en la agricultura vino a ser dominada en este siglo por compañías estadounidenses que establecieron enormes plantaciones de plátano a lo largo de la costa del norte. El capital extranjero, la vida de plantación, y la política conservadora dominaron Honduras desde el tardío XIX hasta mediados del siglo XX. Durante los años relativamente estables de la Gran Depresión, el general autoritario Tiburcio Carias Andino controló Honduras. Sus lazos con dictadores de países vecinos y con compañías de plátano estadounidenses le ayudaron a mantener el poder hasta 1948. Para entonces, los líderes provinciales militares habían comenzado a ganar el control de los dos partidos principales, los Nacionalistas y los Liberales.

En el panorama político hondureño, la experiencia democrática del gobierno del Presidente Ramón Villeda Morales (1957-1963) representa un corto pero importante momento para la democracia.

En mayo de 1953 Villeda Morales presenta a la Convención de su Partido dos documentos elaborados por su equipo de trabajo: Los nuevos «Estatutos» y la actualización del «Programa Ideológico» del Partido Liberal de Honduras.

El Partido Liberal obtuvo un triunfo rotundo en las elecciones municipales de 1953.

La Convención del Partido Liberal de Honduras proclamó la candidatura de Ramón Villeda Morales para la Presidencia de la República. Villeda Morales obtuvo una nueva y resonante victoria en las elecciones presidenciales de octubre de 1954, pero la misma se hizo aparecer como relativa. El Congreso Nacional, que debía conocer el resultado de las elecciones, por el fraude electoral, no se instala. Los diputados partidarios del ex dictador Tiburcio Carias Andino rompieron el quórum constitucional. El vice presidente, Julio Lozano Díaz asumió el poder. Expulsó del país a Ramón Villeda Morales, Oscar A. Flores Midence y a los hermanos Francisco y Juan Milla Bermúdez, entre otros.

El dictador Julio Lozano Díaz fue derrocado por por el ejército y se instaló una Junta Militar de Gobierno bajo la jefatura del coronel de aviación Héctor Caraccioli.

El panorama político cambió: los presos salieron de las cárceles, los desterrados regresaron a Honduras.

Villeda Morales acepta el cargo de Embajador ante el Gobierno de los Estados Unidos de América en Washington y ante el Consejo de la Organización de Estados Americanos. Allí permanece hasta el 26 de agosto de 1957, en virtud de la convocatoria a elecciones de la Junta Militar de Gobierno.

Nuevamente gana el Partido Liberal. La Asamblea Nacional Constituyente ratifica la victoria electoral de Villeda Morales en 1954 y lo elige Presidente de Honduras.

El gobierno liberal de Villeda Morales fue de integración y conciliación nacional. El poder Legislativo y el Poder Judicial fueron integrados en forma equitativa, de acuerdo con los resultados de unas elecciones libres y honestas.

A pesar del reclamo de los liberales de ejercer cargos públicos que habían sido detentados por la oposición durante los últimos 25 años, el Presidente Villeda Morales incluyó en el Poder Ejecutivo miembros honorables y capaces del partido de oposición. A esta forma de gobierno la llamaba «el imperativo de la integración democrática».

La obra de gobierno fue amplia: Una Constitución de la República que incorporó la inviolabilidad de la dignidad humana y el respeto a los derechos humanos; se incluyó por primera vez la garantía de alternabilidad en el ejercicio de la presidencia. La legislación social incluyó el Código del Trabajo, Ley de Reforma Agraria, Ley de Seguridad Social, Ley de Emisión del Pensamiento, Ley de Fomento Industrial. Infraestructura vial, electrificación y construcción de la primera central hidroeléctrica de Río Lindo. La educación y la construcción de centros escolares fue prioridad del gobierno. La protección de la maternidad y la construcción de hospitales y centros de salud reflejó un incremento sustancial comparado con los gobiernos anteriores.

El gobierno de Villeda Morales terminó por un cuartelazo el 3 de octubre de 1963, a escasos días de que terminara su mandato, cuando ya se encontraban en el país miembros de la Misión Técnica Electoral que había designado la Organización de Estados Americanos para supervisar las elecciones presidenciales.

Villeda Morales nuevamente fue desterrado hacía Costa Rica, donde el día que legalmente terminaba su mandato, el 21 de diciembre de 1963, hizo entrega simbólica del poder en la sede de la Embajada de Venezuela.

El último servicio que Villeda Morales le brindó a su patria fue haber aceptado la representación de la Misión Permanente de Honduras ante la Organización de las Naciones Unidas. La propuesta fue hecha por el Partido Nacional de Honduras, su tradicional adversario político.

Villeda Morales falleció en Nueva York el 8 de octubre de 1971, a la edad de 63 años. Sus restos mortales fueron llevados a Guatemala en un avión de la Fuerza Aérea Estadounidense y de Guatemala a Honduras por la Fuerza Aérea Hondureña.

El pueblo hondureño, en reconocimiento de la proyección política y del gobierno democrático de Villeda Morales, desbordó las calles de Tegucigalpa el día de su sepelio.

 

Anexión a México

La independencia tuvo una corta vida, puesto que surgió la idea de anexarse al Primer Imperio Mexicano de Agustín de Iturbide, decisión que se consultó con los ayuntamientos. El 5 de enero de 1822, recibidos los votos mayoritarios de los ayuntamientos, el gobierno de Guatemala proclamó la anexión de Centroamérica a México. Esta decisión fue adversada de modo rotundo por El Salvador, y tampoco contó con simpatías en algunas poblaciones de Honduras, Nicaragua y Costa Rica; sin embargo, un ejército mexicano bajo el mando del General Vicente Filisola ocupó la Ciudad de Guatemala y después invadió y ocupó El Salvador, a pesar de que los salvadoreños proclamaron su unión a los Estados Unidos de América.

 

Cuando México llegó a ser una república el año siguiente, se acogió el derecho de que Centroamérica determinara su propio destino. En Guatemala se reunió la Asamblea Nacional Constituyente de las Provincias Unidas del Centro de América, que el 1 de julio de 1823, declaró la independencia absoluta de España, de México, y de cualquier otra nación extranjera y estableció un sistema de gobierno republicano.

 

República Federal de Centroamérica: Contradicciones, Anarquía e inestabilidad

La naciente unión centroamericana, oficialmente denominada República Federal de Centroamérica, comprendía los estados de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Los liberales centroamericanos tenían grandes esperanzas en la República Federal, la cual ellos creían que iba a evolucionar en una moderna y democrática nación, enriquecida por el comercio a través de la zona, entre los Océanos Atlántico y Pacífico. Estas aspiraciones eran reflejadas en los emblemas de la república federal: La bandera mostraba una banda blanca entre dos bandas azules, representando la tierra entre los dos océanos. El escudo mostraba cinco montañas, una para cada estado, entre dos océanos, sobre un gorro frigio el emblema de la Revolución Francesa.

Sin embargo, muy pronto estallaron una serie de disensiones y guerras civiles, que culminaron con el derrocamiento en 1829 del gobierno constitucional cuyo Presidente titular era el salvadoreño Manuel José Arce, elegido en 1825, y que ejercía desde 1828 el Vicepresidente Mariano de Beltranena y Llano, guatemalteco. Interinamente se hizo cargo del gobierno el liberal guatemalteco José Francisco Barrundia y Cepeda. En 1830 fue elegido como Presidente el hondureño Francisco Morazán, quien posteriormente fue elegido otra vez para el período 1835-1839. En la segunda administración de Morazán resurgió la guerra civil. Nicaragua se separó de la República el 30 de abril de 1838, y el Congreso federal aceptó que se constituyera un nuevo Estado, Los Altos, cuya capital era Quetzaltenango, con las tierras occidentales de Guatemala. Honduras se separó de la unión el 6 de octubre y el 14 de noviembre Costa Rica la imitó. Guatemala se separó el 17 de abril de 1839 y a principios de 1840 sus tropas reincorporaron Los Altos.

Varios intentos fueron hechos para reunir las naciones centroamericanas durante el siglo XIX, especialmente mediante las conferencias unionistas centroamericanas, pero ninguno tuvo éxito. El primero sucedió en 1842, cuando el ex Presidente Francisco Morazán, que se había apoderado del poder en Costa Rica, quiso restablecer la unión por la fuerza, pero su intento terminó con su caída y ejecución. Pocos meses antes, se había firmado en Chinandega un pacto de unión para establecer una Confederación de Centroamérica e incluía a El Salvador, Honduras y Nicaragua. Costa Rica se adhirió condicionalmente; sin embargo, este intento duró muy poco, hasta 1844. Un segundo intento se llevó a cabo de 1849 a 1852 entre El Salvador, Honduras y Nicaragua.

En 1885 se produjo la llamada intentona de Barrios. El presidente de Guatemala, Justo Rufino Barrios intentó unir la nación por las armas, pero murió en el intento combatiendo contra las fuerzas salvadoreñas. Un tercer intento de Honduras, Nicaragua, y El Salvador fue cuando intentaron crear la República Mayor de Centroamérica (después Estados Unidos de Centroamérica) la cual duró entre 1896 y 1898. El último se produjo en una conferencia celebrada en San José, Costa Rica, en 1920, en el cual Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Honduras firmaron un pacto de unión. Este fue aprobado por El Salvador, Guatemala y Honduras, que en 1921 constituyeron la República Federal de Centroamérica, pero en enero de 1922 Guatemala se separó y los otros dos Estados decidieron reasumir también su soberanía.

La República Federal de Centro América fue una federación que surgió de una Asamblea Constituyente de las Provincias Unidas del Centro de América a través de una Constitución, el 22 de noviembre de 1824. Su capital inicialmente fue la ciudad de Guatemala, hasta 1834; después Sonsonate, por un breve período, y por último San Salvador, de 1834 a 1839.

La Federación estaba formada por cinco Estados: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. En 1838 se formó un sexto Estado, Los Altos, con capital en la ciudad de Quezaltenango, con los territorios del occidente de Guatemala, y parte del actual Soconusco de Chiapas (México). Limitaba al sur con el Océano Pacífico, al este con el Mar Caribe, al Sureste con Panamá (provincia de Colombia entonces), y al Noroeste con México. El territorio de la Federación también incluía Belice.

Entre los años de 1838 y 1840, la Federación entró en un período de guerra civil. El primer Estado en separarse definitivamente fue Nicaragua, en abril de 1838; en octubre esta decisión fue imitada por Honduras, y en noviembre por Costa Rica. Guatemala se separó en 1839 y, bajo el gobierno de Rafael Carrera, forzadamente absorbió al Estado de Los Altos. A finales de 1839, la Federación había dejado de existir; sin embargo, durante el siglo XIX hubo numerosos intentos para restablecerla, manifestados en las conferencias unionistas centroamericanas.

 

Sin embargo, en la práctica, la federación afrontaba grandes problemas:

  • En oposición al proyecto federal se encontraban los conservadores, los representantes de la Iglesia Católica y los grandes latifundistas.
  • El transporte y las comunicaciones entre los Estados miembros eran extremadamente deficientes.
  • La población, en general, desconocía el beneficio de una integración regional.
  • El poder de la capital federal (Ciudad de Guatemala, después San Salvador) era casi inexistente fuera de sus límites.
  • La falta de fondos para su desarrollo y la intervención de naciones extranjeras (por ejemplo, Gran Bretaña, Estados Unidos y México).

Siglo XX

A pesar del fallido último intento de unión, el sentido de haber compartido historia y la esperanza de una eventual reunificación persisten en la mayoría de las naciones que fueron parte de la unión. En los años 1856 y 1857 la región exitosamente estableció una coalición militar para repeler una invasión de un aventurero estadounidense llamado William Walker. Hoy, cuatro de las cinco naciones tienen hoy en sus banderas los antiguos motivos de la Federación, que consistía en las dos bandas exteriores azules, alrededor de una banda blanca interna. Sin embargo, Costa Rica, único Estado que se mantuvo en paz durante la Federación y cumplió con sus obligaciones tributarias y militares con el gobierno federal, pasó desde el decenio de 1840 a ser el menos convencido de las bondades de la integración regional y modificó significativamente su bandera en 1848, oscureciendo el azul, y añadiendo una banda de doble tamaño con relación a las otras en color rojo, como un homenaje a la bandera de Francia. El Salvador y Guatemala también tuvieron durante muchos años banderas muy distintas a la federal.

En 1907 fue creada la Corte de Justicia Centroamericana o Corte de Cartago, pero en 1917 Nicaragua se retiró de este tribunal y en 1918 caducó su convenio constitutivo. En 1960, con la esperanza de que una unificación política pudiese ser el siguiente paso, Guatemala, El Salvador, Honduras, y Nicaragua establecieron el Mercado Común Centroamericano, al que se unió poco después también Costa Rica.

Actualmente, desde 1991, El Parlamento Centroamericano ha estado operando, también conocido como PARLACEN es una institución política consagrada a la integración de los países de Centroamérica, aunque no ha dado ningún paso sustancial dirigido a la restauración de la unión política. Tiene su sede en la Ciudad de Guatemala y lo integran Diputados de El Salvador, Guatemala, Honduras, y Nicaragua. Costa Rica no ha aprobado el convenio constitutivo del Parlamento, ni el de la Corte Centroamericana de Justicia constituida en el decenio de 1990, de la que tampoco es parte Guatemala. República Dominicana y México como observadores regionales.

En 1903 tras la Separación de Panamá de Colombia, la nueva República de Panamá quedó geopolíticamente inserta en territorio centroamericano. Esta república pese a estar vinculada histórica y culturalmente con América del Sur y El Caribe, es partidaria de la integración centroamericana y en 1993 se suscribió al PARLACEN, tomando participación activa en sus acuerdos y fortaleciendo sus vínculos comerciales con los países de la región.

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