Bolívar y la Literatura

diciembre 14, 2018 at 1:28 am (Uncategorized)

Simón Bolívar Y Manuela Saenz

 

Anarella Vélez

 

 

Distinguidos miembras y miembros de la mesa principal, representantes del cuerpo diplomáticos de las naciones hermanas que nos acompañan, invitadas e invitados especiales, autoridades de la Casa Museo Morazán, amigas y amigos:

 

Grande en el pensamiento, grande en la acción, grande en la gloria, grande en el infortunio; grande para magnificar la parte impura que cabe en el alma de los grandes, y grande para sobrellevar, en el abandono y en la muerte, la trágica expiación de la grandeza.JOSÉ ENRIQUE RODÓ

 

Bolívar es todavía un cuento un cuento sobre datos ciertos; a Bolívar, el verdadero Bolívar, no lo conoce aún el mundo; y es muy probable que cuando lo traduzcan a su idioma natal, aparezca más sorprendente y más grande aún.

DOMINGO F. SARMIENTO, Facundo

 

Sin duda alguna la trascendencia de la obra de Bolívar hacia la inmortalidad se explica por el modo en el que él respondió a los desafíos de la época en la que le tocóvivir. Vamos a situarlo brevemente: Hacia 1783 Venezuela se había convertido en Capitanía General, Caracas tenía apenas 45000 habitantes, y, debemos recordar,  hasta 1777 había sido un débil apéndice del Virreinato de Santa Fe de Bogotá. En esa ciudad nace Bolívar –fue llamado Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco–,  en el seno de una familia de las más acaudaladas de Venezuela. Debido a la débil salud de su madre fue amamantado por dos esclavas afroamericanas, Matea e Hipólita, a quienes El Libertador siempre recordará con afecto, lo que, de alguna manera explica su profunda sensibilidad hacia la problemática de la esclavitud; ellas le dieron la  raíz que se convertirán en semilla que germinaron en amor por la libertad.

 

El Libertador Simón Bolívar, recordado así pues declinó otros títulos, inclusive el de Emperador, es considerado el más brillante militar y heróico político latinoamericano, fundador viril y gallardo  de las repúblicas de la Gran Colombia y Bolivia. Sin duda es una de las figuras más notorias y apreciadas de la emancipación hispanoamericana, representa la luz  frente al Imperio español, quien vivió apenas cuarenta y siete años dirigió como un relámpago a caballo la emancipación de Venezuela, Perú, Ecuador,  Colombia y creó a Bolivia.

 

Enfrentó como un iluminado la adversidad que le alcanzó siendo apenas un niño: muere su padre Juan Vicente Bolivar y Ponte, Coronel del ejército español; seis años más tarde muere su madre, María de la Concepción Palacios y Blanco[1]y un año más tarde fallece su abuelo Feliciano Palacios de Aguirre[2]. Estos sucesos galvanizan su carácter. Sus tutores le internan en casa del maestro Simón Rodríguez, personaje clave en la formación de Bolívar, de quien el Libertador expresó:

 

“Usted formó mi corazón para la libertad, para lo grande, para lo hermoso”

 

También fue su maestro Andrés Bello,  polímata venezolano. Con Bello formó parte del grupo revolucionario que también integró Luis López Méndez, y  emprendieron las primeras misiones diplomáticas a Londres para gestionar la independencia de Venezuela.

En 1897, con 14 años de edad,  entra al ejército de la Corona española como cadete y subteniente, y se traslada hacia España. Comienzan los viajes que forjaron al futuro estadista, forjaron el alma de América. Años de intensa actividad intelectual que consolidan su espíritu humanista muy tempranamente, particularmente en los tiempos en los que vivió en la casa del Marqués de Urtáriz en Madrid. En París frecuentó al sabio alemán Alexander Von Humboldt y asistió a tertulias científicas, históricas, literarias y salones artísticos. De regreso a Caracas vivió vigorosamente, asistió a todas actividades culturales que luego culminarán en discusiones políticas.

Con diecisiete años de edad anuncia su intención de casarse con María Teresa Rodríguez del Toro y Alayza, (Madrid, 15 de octubre de 1781-Caracas, 22 de enero de 1803), tras  dos años de noviazgo y ocho meses de matrimonio murió de fiebre amarilla, alcanzándole nuevamente la tragedia. ​Bolívar prometió y respetó su juramento de no volver a casarse.

Regresa a Europa y se reencuentra con su maestro Simón Rodríguez y con él recorre el continente europeo entre 1803 y 1807. Bolívar conoció la Europa que vivía aún las consecuencias de la Revolución Francesa y el ascenso de Napoleón Bonaparte, el revolucionario que terminó siendo emperador de Francia. El espíritu de Bolívar vibra por defender la libertad.

Tras una larga travesía por España, Francia –en donde presencia la coronación de Bonaparte–, llega a Italia en agosto de 1805  y en el Monte Sacro de Roma, junto a Simón Rodríguez y su amigo Fernando Toro, jura:

 

“Juro delante de usted, Juro por el Dios de mis padres, juro por mi patria, juro por mi honor, que no daré tranquilidad a mi alma, ni descanso a mi brazo, hasta no ver rotas las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español”

 

Su trascendencia en el escenario de la literatura proviene, por una parte de la lectura que han hecho los poetas y narradores de su vida, de su praxis y de su pensamiento en permanente rebeldía; también del estudio e interpretación que, intelectuales y científicos de las ciencias sociales han realizado acerca la vida y la obra del libertador, tanto del hombre como del héroe,  pero también  de sus propias reflexiones.

 

El propio legado escrito por Bolívar se caracteriza por su versatilidad. Su escritura no sólo es efecto de sus acciones políticas, sino de su propia visión de la estética y de la riqueza de su existencia, de su sacrificio heróico, del hombre que hizo de nuestra América la patria liberada,  Bolívar escribió:

 

189 proclamas

14 manifiestos

18 discursos

1 biografía a Sucre

cientos de cartas personales (entre las que se merecen capítulo aparte las cartas a Manuela Saenz y a Fanny du Villar)

Redactor de Constituciones (entre las que sobresale la Constitución Vitalicia, base legal para la Federación de los Andes, para unir la Gran Colombia, Perúy Bolivia)

Redactor de varios proyectos de leyes

 

En sus proclamas y  cartas personales encontramos el latido punzante de su pensamiento y el manto de sus más profundos e  íntimos sentimientos respecto a sus luchas, sus aspiraciones más recónditas, expresados en un estilo nuevo y fresco.

De sus cartas quiero citar ésta, dirigida a una de sus grandes compañeras de lucha y su gran amor,  Manuela Sáenz:

 

«A Manuela Sáenz

Mi encantadora Manuela:

Tu carta del 12 de septiembre me ha encantado: todo es amor en ti. Yo también me ocupo de esta ardiente fiebre que nos devora como a dos niños.
Yo, viejo, sufro el mal que ya debía haber olvidado. Tú sola me tienes en este estado.
Tú me pides que te diga que no quiero a nadie. ¡Oh! no, a nadie amo: a nadie amaré.
El altar que tú habitas no será profanado por otro ídolo ni otra imagen, aunque fuera la de Dios mismo. Tú me has hecho idólatra de la humanidad hermosa o de Manuela.
Créeme: te amo y te amaré sola y no más. No te mates.
Vive para mí, y para ti: vive para que consueles a los infelices y a tu amante que suspira por verte.
Estoy tan cansado del viaje y de todas las quejas de tu tierra que no tengo tiempo para escribirte con letras chiquiticas y cartas grandotas como tu quieres.
Pero en recompensa si no rezo estoy todo el día y la noche entera haciendo meditaciones eternas sobre tus gracias y sobre lo que te amo, sobre mi vuelta y lo que harás y lo que haré cuando nos veamos otra vez. No puedo más con la mano.
No sé escribir. Tu Bolívar.

Plata, 26 de noviembre 1825»

 

Le debemos a Efraín Subero, Rufino Blanco Fombona y Anita Arroyo enjundiosos estudios en los que han desentrañado las características literarias   de la obra de Bolívar, y haciendo una analogía establecen que éste fue un revolucionario tanto en el campo de batalla como en el campo literario, cito la última de sus proclamas, escrita días antes de su muerte:

 

SIMON BOLIVAR

Libertador

–presidente de la Gran Colombia, Presidente de la República de Bolívar, República del Perú, Presidente de la Provincia Libre de Guayaquil, Presidente de la Tercera República de Venezuela Presidente de la Segunda República de Venezuela,  etc., etc., etc.–

 

«¡Colombianos!

 

Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad donde reinaba antes la tiranía. He trabajado con desinterés abandonando mi fortuna y aun mi tranquilidad. Me separédel mando cuando me persuadíque desconfiabais de mi desprendimiento.

 

Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado: mi reputación y mi amor á la libertad. He sido víctima de mis perseguidores, que me han conducido á las puertas del sepulcro. Yo los perdono.

 

Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la manifestación de mis últimos deseos. No aspiro á otra gloria que á la consolidación de Colombia; todos deben trabajar por el bien inestimable de la unión: los pueblos, obedeciendo al actual Gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo; y los militares empleando sus espadas en defensa de las garantías sociales.

 

Hacienda de San Pedro, en Santa Marta, á10 de Diciembre de 1830—20.

 

Simón Bolívar.»

 

Una existencia tan bien vivida ha inspirado a poetas como Pablo Neruda y su Canto para Bolívar; Ernesto Cardenal y su Vuelta a América; Salomón de la Selva con su Oda a Bolívar. Inspiró novelas como El general en su laberintode Gabriel García Márquez. Su nombre como gran libertador de América también ha sido inmortalizado por Andrés Bello, JoséJoaquín Olmedo, JoséMaría Heredia,  Jorge Luis Borges, Uslar Pietri, Vicente Huidobro, Juana de Ibarborou, entre otros y otras.

 

 

Arturo Uslar Pietri dejó escrito

”Bolívar, que forma ya parte inseparable de lo más alto y puro del patrimonio común de gloria del género humano. Fue un gran conductor de pueblos, un heroico capitán de la guerra, un creador de rumbos, un decidor y revelador de las hondas verdades yacentes bajo la fluida realidad histórica, y un sentido, casi poético y casi profético, de la condición de su América. Su obra de pensador político no es menor que sus realizaciones de guerrero y estadista por las que seis naciones le proclaman como su libertador. En los cuarenta y siete años de su vida humana cupo más tarea creadora que en las de los héroes clásicos, creóEstados pero también creófilosofía política, dirigióbatallas para derrotar ejércitos, pero también supo concebir la estrategia para luchar contra las imposiciones del pasado y ganarle un futuro mejor. Tanto como la más brillante de sus campañas militares vale su discurso de Angostura que todavía hoy, a ciento cuarenta años de distancia, es una de las interpretaciones más penetrantes de la difícil y confusa realidad histórica del mundo hispanoamericano. Si ese mismo mundo hispanoamericano tuviera que escoger en su historia un solo personero para representarlo en toda su amplitud, en toda su complejidad, en toda su combativa variedad, no podría escoger, entre sus grandes hombres, a otro más calificado que Bolívar.”[3]

 

De Vicente Huidobro, chileno (1893-1948), de su “Alegoría a Bolívar”:

 

“Ahora te preguntan tus estatuas: ¿Cumpliste con / la ley prevista de tu día histórico? / Y tú crees que sí. Y tal vez la razón sea contigo. / Simón, hay tinieblas sobre el mundo. Aún reina / la noche en tus Américas. / Hoy los hombres estamos empeñados en libertar al hombre de una exclavitud, si no mayor a la que tú rompiste. Estamos batallando por una libertad más alta que la tuya./ La libertad total a que aspiramos busca en estas tierras un nuevo y gran Libertador. / Pronto, Simón, desata tus amarras de las sombras, / desenvaina tu espada color lluvia bienhechora y toma / tu sitio en nuestras filas./ Ahí está tu caballo de ijares impacientes, vibrando como un gran violín de marsellesas y cantos resucitados. Ahí está esperando tu caballo. / Y detrás millones de jinetes como olas efervescentes. / Pronto nuestras montañas saludarán al alba que se acerca con un rumor de pasos milenarios que vienen desde el fondo de la historia con una Interminable procesión de esqueletos heroicos.”

 

Del poeta nicaragüense Rubén Darío, (1867-1916), de su poema “Oda”:

“¡Bolívar! Alto nombre / que de justo entusiasmo el pecho inflama, / fue semidiós, no hombre: / ante el tiempo lo aclama / la sonora trompeta de la fama. / La América garrida, / hoy levanta un clamor que se dilata / de la vega florida / del Orinoco al Plata / que turbulento su raudal desata. / Bolívar se levanta / con la aureola inmortal que orna su frente / y coloca su planta / sobre el Ande; y ardiente / sonríe con amor al continente.”

 

Del cubano JoséMartí(1853-1895), de sus palabras al llegar a Caracas, catalogadas como un extraordinario poema:

“Cuentan que un viajero llegóa Caracas al anochecer, y sin sacudirse el polvo del camino, no preguntódónde se comía ni se dormía, sino cómo se iba dónde estaba la estatua de Bolívar. / Y cuentan que el viajero, solo con los árboles altos y olorosos de la plaza, lloraba frente a la estatua, que parecía que se movía, como un padre cuando se le acerca a un hijo. / El viajero hizo bien, porque todos los americanos deben querer a Bolívar como a un padre. A Bolívar, y a todos los que pelearon como él, porque la América fuese del hombre americano. A todos: al héroe famoso y al último soldado, que es un héroe desconocido. Hasta hermosos de cuerpo se vuelven los hombres que pelean por ver libre a su patria. / Bolívar era pequeño de cuerpo. Los ojos le relampagueaban y las palabras se le salían de los labios; parecía como si estuviera esperando siempre la hora de montar a caballo. / Era su país, su país oprimido, que le pesaba en el corazón y no lo dejaba vivir en paz. La América entera estaba como despertando. / Un hombre solo no vale nunca más que un pueblo entero; pero hay hombres que no se cansan, cuando su pueblo se cansa, y que se decide a la guerra antes que los pueblos, porque no tienen que consultar a nadie más que a símismos, y los pueblos tienen muchos hombres y no pueden consultarse tan pronto. / Ese fue el mérito de Bolívar, que no se cansóde pelear por la libertad de Venezuela, cuando parecía que Venezuela se cansaba. Lo habían derrotado los españoles: lo habían echado del país. El fue a una isla, a ver su tierra de cerca, a pensar en su tierra. / Un negro oneroso le ayudócuando ya no quería ayudarlo nadie. Volvióun día a pelear con los trescientos héroes, con los trescientos libertadores. / Libertóa Venezuela. / Libertóa Nueva Granada. / Libertóal Ecuador. / Libertóal Perú. / Fundóuna nueva nación, la nación de Bolivia. / Ganóbatallas sublimes con soldados descalzos y medio desnudos. / Todo se estremecía y se llenaba de luz a su alrededor. / Los generales peleaban a su lado con valor sobrenatural. / Era un ejército de jóvenes. / Jamás se peleótanto ni se peleómejor en el mundo por la libertad. / Bolívar no defendiócon tanto fuego el derecho de los hombres a gobernarse por símismos, como el derecho de América a ser libre. / Los envidiosos exageraron sus defectos. / Bolívar murióde pesar en el corazón más que de mal del cuerpo, en la casa de un español de Santa Marta. / ¡Muriópobre y dejóuna familia de pueblos !”

 

 

 

 

 

 

de Pabla Neruda, poeta chileno, (12 de julio de 1904-23 de septiembre de 1973), Un canto para Bolívar

                    

 

PADRE nuestro que estás en la tierra, en el agua, en el aire
de toda nuestra extensa latitud silenciosa,
todo lleva tu nombre, padre, en nuestra morada:
tu apellido la caña levanta a la dulzura,
el estaño bolívar tiene un fulgor bolívar,
el pájaro bolívar sobre el volcán bolívar,
la patata, el salitre, las sombras especiales,
las corrientes, las vetas de fosfórica piedra,
todo lo nuestro viene de tu vida apagada,
tu herencia fueron ríos, llanuras, campanarios,
tu herencia es el pan nuestro de cada día, padre.

Tu pequeño cadáver de capitán valiente
ha extendido en lo inmenso su metálica forma,
de pronto salen dedos tuyos entre la nieve
y el austral pescador saca a la luz de pronto
tu sonrisa, tu voz palpitando en las redes.

De quécolor la rosa que junto a tu alma alcemos?
Roja serála rosa que recuerde tu paso.
Cómo serán las manos que toquen tu ceniza?
Rojas serán las manos que en tu ceniza nacen.
Y cómo es la semilla de tu corazón muerto?
Es roja la semilla de tu corazón vivo.

Por eso es hoy la ronda de manos junto a ti.
Junto a mi mano hay otra y hay otra junto a ella,
y otra más, hasta el fondo del continente oscuro.
Y otra mano que túno conociste entonces
viene también, Bolívar, a estrechar a la tuya:
de Teruel, de Madrid, del Jarama, del Ebro,
de la cárcel, del aire, de los muertos de España
llega esta mano roja que es hija de la tuya.

Capitán, combatiente, donde una boca
grita libertad, donde un oído escucha,
donde un soldado rojo rompe una frente parda,
donde un laurel de libres brota, donde una nueva
bandera se adorna con la sangre de nuestra insigne aurora,
Bolívar, capitán, se divisa tu rostro.
Otra vez entre pólvora y humo tu espada estánaciendo.
Otra vez tu bandera con sangre se ha bordado.
Los malvados atacan tu semilla de nuevo,
clavado en otra cruz estáel hijo del hombre.

Pero hacia la esperanza nos conduce tu sombra,
el laurel y la luz de tu ejército rojo
a través de la noche de América con tu mirada mira.
Tus ojos que vigilan más alláde los mares,
más alláde los pueblos oprimidos y heridos,
más alláde las negras ciudades incendiadas,
tu voz nace de nuevo, tu mano otra vez nace:
tu ejército defiende las banderas sagradas:
la Libertad sacude las campanas sangrientas,
y un sonido terrible de dolores precede
la aurora enrojecida por la sangre del hombre.
Libertador, un mundo de paz nacióen tus brazos.
La paz, el pan, el trigo de tu sangre nacieron,
de nuestra joven sangre venida de tu sangre
saldrán paz, pan y trigo para el mundo que haremos.

Yo conocía Bolívar una mañana larga,
en Madrid, en la boca del Quinto Regimiento,
Padre, le dije, eres o no eres o quién eres?
Y mirando el Cuartel de la Montaña, dijo:
«Despierto cada cien años cuando despierta el pueblo».

 

Simón Bolívar,

¡Alerta, Alerta que camina la espada de Bolívar por la América Latina…!

 

 

[1]María de la Concepción Palacios de Aguirre Ariztía-Sojo y Blanco de Herrera (n. Madrid, Provincia de España, Reino de España, 9 de diciembre de 1758 – f. Caracas, Capitanía General de Venezuela, Reino de España, 6 de julio de 1792) fue la madre de Simón Bolívar.

[2]Feliciano Palacios de Aguirre y Ariztía-Sojo y Gil de Arratia o simplemente como Feliciano Palacios y Sojo (Caracas, Provincia de Venezuela, 12 de octubre de 1730 –Caracas, Capitanía General de Venezuela, 5 de diciembre de 1793). Noble caraqueño, abuelo materno y padrino de Simón Bolívar.

[3]Discurso pronunciado por Arturo Uslar Pietri en la inauguración de la estatua de Simón Bolívar en Washington, el 27 de febrero de 1959, fuente: http://www.angelfire.com/nb/17m/bolivar/bolivarpietri.html

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Fidel ante la problemática de las mujeres

diciembre 4, 2018 at 9:44 pm (Uncategorized)

Fidel Castro por Rigo Paredes Vélez

Fidel ante la problemática de las mujeres

AnarellaVélez

 

Querido Embajador Francisco Delgado,  Estimadas  y estimados compañeros y estudiantes, obreras y obreros,  compañeros y compañeras del panel, organizadoras y organizadores,   cuando fui convocada a participar en este merecido homenaje a la memoria de Fidel Castro no pude más que agradecer tan grata solicitud

 

Sin la mujer, la obra ingente de la Revolución

no habría sido posible. 

Fidel Castro, 8 de marzo de 1997

 

Ronda de la fortuna

 

Nancy Morejón (Cuba)

 

Fidel tiene fortuna,

una sola fortuna: 

 

estar,

entre nosotros,

por un mundo mejor. 

 

Qué fortuna mayor.

 

Fidel,

sin odio y sin hiel,

abre muros

y ventanas. 

 

Fidel 

 

Fidel tiene fortuna,

una sola fortuna,

la fortuna de ser,

 

Fidel

 

(La Habana, junio de 2006) 

 

 

La posición de Fidel Castro Ruz ante las opresiones  que han vivido las mujeres a lo largo de la historia está signada por su pensamiento visionario y emancipador y va de la mano con la práctica de una nueva ética, y ésta, justamente, transmuta en el fundamento para redimensionar el papel de las mujeres en la nueva sociedad cubana.

El ejercicio  de su praxis estuvo guiada por un nuevo concepto de  integridad y este se convierte en el faro  que ilumina en todos los planos, desde la misma confrontación con el enemigo político,  hasta la  ética que media en  la interrelación con las personas. Fidel no sólo fue un portavoz de ésta nueva ética,  que es la gran fortaleza de la Revolución cubana, lo repito, si no que protagonizó en su búsqueda de los mecanismos que conducirían a la anulación de todas las inequidades.

Para Fidel la dignificación del papel de las mujeres en la sociedad fue un reto, por ello promovió el que éstas tuviesen protagonismo en los diferentes proyectos de la Revolución. Un maravilloso ejemplo de esto es su  trabajo con la Federación de Mujeres Cubanas –FMC– y su eterna presidenta la recordada y queridísima Vilma Espín Guillois, quien le planteara a Fidel la necesidad de su creación, la cual se concreta el 23 de agosto de 1960, ocho meses después del triunfo de la Revolución, como efecto de la unificación de diversas organizaciones que agrupaban a las mujeres partidarias del proceso revolucionario cubano como Unidad Femenina Revolucionaria que aglutinaba a un gran número de mujeres campesinas, la Columna Agraria, las Brigadas Femeninas Revolucionarias, los Grupos de Mujeres Humanistas, Hermandad de Madres y otras.

Visto desde hoy nos entusiasma su decisión, junto a la inolvidable compañera Vilma Espín, de convertir a La FMC en una organización de masas desde la que se desarrollan las políticas y programas que buscan convertir en realidad  el pleno ejercicio de la igualdad y la verdadera emancipación de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad. Fidel se convierte así en líder de todas las resistencias en contra de todas las formas de opresión. Se consolida su constancia y grandeza pues aborda la temática de las mujeres con una gran sensibilidad.

Los patriarcas, los caudillos y todo aquellos que se han convertido en los guardianes de la ortodoxia y que se oponen por todos los medios a los cambios, encontraron en Fidel a su más eficaz opositor y al líder incansable que estuvo al lado de esa rebelión en la revolución que hicieron y continúan haciendo las mujeres cubanas, convirtiéndose así en ejemplo para todas y todos.

El comandante de la revolución cubana siempre señaló que era cardinal el que escucháramos las justas aspiraciones y los justos ideales de las mujeres, y que éstas deberían ser certera pauta de conducta, y así nos dejó dicho:

 

«…este fenómeno de las mujeres es una revolución dentro de otra revolución. Y si nos preguntarán que es lo más revolucionario que está haciendo la revolución responderíamos que es precisamente esto, es decir, la revolución que está teniendo lugar en las mujeres de nuestro país».

La luz de libertad con que nos ha iluminado nuestros querido Fidel, luz que se expandió con su desacuerdo total con la brutalidad que encarna el machismo, conducta con la que se ha humillado y degradado a las mujeres a lo largo de la historia.

Fidel dio paso a una noble tradición de respeto y amor hacia las mujeres de nuestra querida Perla del Caribe y dio su apoyo irrestricto al reclamo de las mujeres de reconocer una mayor participación de las mujeres en el proceso de Cuba, para ello la FMC se organizó territorialmente, a nivel nacional, provincial y municipal y por secretariados profesionales y comités y para 2014 cuenta más de cuatro millones de afiliadas organizadas en unas 75 mil organizaciones de base, cada una conformada por un promedio de 60 mujeres de todos los sectores. Tiene más 300 mil dirigentes voluntarias que dirigen las organizaciones de base; cuentan con brigadista sanitarias que capacitan y atienden a otras mujeres.

Ennobleció la Revolución cubana cuando, Con la FMC se trazó como objetivo principal la incorporación de la mujer a la sociedad y al empleo, así como al programa de cambios sociales y económicos en marcha en el país y se garantizó su participación en la formulación de las leyes que tienen que ver con la mujer, como en el caso de la discusión y elaboración del Código de Familia, aprobado muy tempranamente,  en 1975.

Gracias a su raciocinio arduo y tenaz pudo vislumbrar las consecuencias de poner en ejercicio políticas públicas que permitieran  crear las Casas de Orientación a la Mujer y la Familia en las que funcionan desde sus primeros tiempos equipos multidisciplinarios integrados por diferentes especialistas en Psicología, Psiquiatría, Pedagogía y trabajadoras sociales que tienen el objetivo de brindar ayuda a las mujeres y a quienes necesiten saber cómo llevar la vida en sociedad y es allí donde surgen diferentes problemáticas y conflictos relacionados con el alcoholismo, la violencia intrafamiliar, los divorcios entre otros que afectan las conductas sociales.

Fidel supo dar las respuestas exactas a las contradicciones sociales generadas en el seno del patriarcado que afectan a las mujeres directamente y por ello suscitó el estudio y la promoción de la legislación sobre mujer y familia, así como la divulgación jurídica de los derechos de las mujeres y las vías de demandarlos, creando las condiciones necesarias para que las mujeres se convirtieran en constructoras incansables de la nueva sociedad, asumiendo responsabilidades de alto nivel, de tal modo que la revolución cubana descansa en los hombros de sus mujeres. Ellas han logrado ocupar un lugar en la vanguardia de la revolución.

 

Las mujeres de Cuba y de América Latina contaron, a partir de 1961, con la revista de la FMC llamada Mujer. Desde su primer número evidenció su criterio inclusionista, anti clasista y anti racista, su primera portada llevaba la imagen de una mujer humilde y afroamericana. Surgió de la nacionalización de la revista Vanidades, desde ahí se ejerció un periodismo signado por la estética ética, una visión revolucionaria desde y para las mujeres para divulgar las ideas de la igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres. Desde ahí se defiende la Revolución y se debate sobre el complejo proceso de transformación de los roles, los estereotipos y juicios de valor signados por la cultura patriarcal.

 

A dos años de la partida física del líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, se rindió un cálido  homenaje a la memoria de Fidel en la FMC, debo rescatar las  palabras la compañera Amarelle Boué,  su secretaria general, quien nos ha llamado a recordar el legado de Fidel en todos los rincones del mundo a inspirarnos en su obra para continuar construyendo un mundo mejor en el que impere la igualdad, la unidad y la autodeterminación de los pueblos.

 

A Fidel Castro

Fidel, Fidel, los pueblos te agradecen

palabras en acción y hechos que cantan,

por eso desde lejos te he traído

una copa del vino de mi patria:

es la sangre de un pueblo subterráneo

que llega de la sombra a tu garganta,

son mineros que viven hace siglos

sacando fuego de la tierra helada.

Van debajo del mar por los carbones

Y cuando vuelven son como fantasmas:

se acostumbraron a la noche eterna,

les robaron la luz de la jornada

y sin embargo aquí tienes la copa

de tantos sufrimientos y distancias:

la alegría del hombre encarcelado,

poblado por tinieblas y esperanzas

que adentro de la mina sabe cuándo

llegó la primavera y su fragancia

porque sabe que el hombre está luchando

hasta alcanzar la claridad más ancha.

Y a Cuba ven los mineros australes,

los hijos solitarios de la pampa,

los pastores del frío en Patagonia,

los padres del estaño y de la plata,

los que casándose con la cordillera

sacan el cobre de Chuquicamata,

los hombres de autobuses escondidos

en poblaciones puras de nostalgia,

las mujeres de campos y talleres,

los niños que lloraron sus infancias:

ésta es la copa, tómala, Fidel.

Está llena de tantas esperanzas

que al beberla sabrás que tu victoria

es como el viejo vino de mi patria:

no lo hace un hombre sino muchos hombres

y no una uva sino muchas plantas:

no es una gota sino muchos ríos:

no un capitán sino muchas batallas.

Y están contigo porque representas

todo el honor de nuestra lucha larga

y si cayera Cuba caeríamos,

y vendríamos para levantarla,

y si florece con todas sus flores

florecerá con nuestra propia savia.

Y si se atreven a tocar la frente

de Cuba por tus manos libertada

encontrarán los puños de los pueblos,

sacaremos las armas enterradas:

la sangre y el orgullo acudirán

a defender a Cuba bienamada.

-Pablo Neruda, Canción de gesta (1960)

 

Hoy honramos su vida y decimos con fuerza ¡Viva Cuba, Viva Fidel!

 

 

 

 

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