Las próceras en la emancipación y la construcción de la Federación Centroamericana. Anarella VELEZ OSEJO

junio 5, 2023 at 11:21 am (Uncategorized)

Imagen de Rigoberto Paredes Vélez

El estudio del papel de las mujeres en las diferentes etapas del proceso de independencia de la región mesoamericana (1810-1842) es reciente. Se sabe que en La Nueva España, apenas el 20% de la población sabía leer, el porcentaje de las mujeres alfabetas era considerablemente menor, pues la formación de ellas en materia de cultura, en general, no sobrepasaban la educación elemental. La transmisión de la información en el caso de las mujeres era de viva voz, de ahí que la participación de ellas esté tan relacionada con las actividades de sus propias familias: padres, hermanos, esposos, hijos.

Muchas mujeres partíciparon en los acontecimientos históricos y políticos de su época. Sin embargo, sólo a partir de la concepción feminista de la economía, la historia y el ejercicio del poder, nos hemos distanciado de la visión tradicional de las ciencias sociales por ser ésta androcéntrica, patriarcal y racista, lo que nos permite enfocarnos en la diversidad de trabajos realizados por las mujeres, particularmente en el ámbito privado, pues en la medida en que éstas son incluidas en su papel económico, político y social, de esta manera visibilizamos y concientizamos acerca del hecho de que sin sus capacidades muchos de los movimientos sociales no habrían sido posibles. Este modelo cuestiona la economía y la historia basada en las preferencias culturalmente masculinas. Se trata de historizar inclusivamente la economía familiar, sus conexiones con el ámbito público y político. Estudiar todos los procesos que sostienen y reproducen la vida, los cuales no fueron ni son remunerados y son llevados a cabo por mujeres y por ello han sido considerados secundarios y han sido ocultados, aunque se encuentren a la base del sistema social.

Consecuentemente debo mencionar algunos de los casos de mujeres  más destacadas en la región centroamericana, la cual se independiza de manera definitiva el 1 de julio de 1823.

Hoy, más que nunca, rescatamos del olvido sus vidas ejemplares y las reconocemos como nuestras ancestras. 

HONDURAS

La situación de las mujeres en la periferia del Virreinato de la Nueva España, particularmente en el Reino de Guatemala, particularmente en Honduras, es de una gran complejidad. Sin embargo, puede ilustrarse a partir de una selección de casos históricos que considero representativos de ciertas clases sociales y étnicos, particularmente de las criollas involucradas en el proceso de emancipación y la construcción de la Federación:

María Josefa Valero Morales

María Josefa Valero Morales (Comayagua, 1787), esposa del prócer José Cecilio del Valle y las hermanas de Valle, Francisca y Manuela Díaz del Valle a quienes, como he dicho antes, él las llama sus “amadas Pepa, Chica y Nela, son tres mujeres que hicieron posible que Valle hiciera una vida política muy rica.

Josefita fue hija de José Mariano Valero y Antonia Morales, ambos de Comayagua. Fueron sus hijos Bernardo del Valle Valero, Mercedes del Valle Valero y Dolores del Valle Valero. Se sabe que José Mariano Valero fue apresado por gritar en contra de Manuel Godoy, 

Micaela Josefa Quezada Borjas

Micaela Josefa Quezada Borjas, esposa de Dionisio de Herrera y Díaz del Valle[1]. Micaela Josefa acompañó a Dionisio de Herrera en toda su carrera política. Éste se convirtió en un abogado y político hondureño y de talla centroamericana, llegó a ser reconocido como un preclaro representante del pensamiento y las acciones liberales y uno de los centroamericanos más ilustrados de su tiempo, mientras ella hacia el trabajo reproductivo, procreando ciudadanos, les daba su primera comodidad: la leche materna, limpiaba el ambiente, negociaba la libertad de Dionisio.

Guadalupe Quezada Borjas

Guadalupe Quezada Borjas, la madre de Francisco Morazán Quezada (1762-1843) – fue hermana de Micaela Quezada Borjas, esposa de Dionisio de Herrera—, se casa con José Eusebio Morazán Alemán cuando éste contaba con 21 años mientras que Doña Guadalupe Quezada Borjas contaba con 30 años de edad. Quezada ilustró a su hijo y le enseñó los más altos valores de la época. Apunta Alvarado García que los padres de Morazán, no utilizaron la alta posición a que ascendió su hijo para medrar el calor oficial, ni para satisfacer venganzas personales, ello explica las esencia del carácter de Francisco Morazán.

Margarita Lozano y Borjas

Margarita Lozano y Borjas, esposa de Juan Miguel Lastiri, contibuyó a forjar una familia de considerables recursos económicos, los Lastiri-Lozano, de gran influencia política. Aportó una esmerada educación a todas sus hijas: Josefa, Petrona, Lucía y Dolores . Petrona se casó con el coronel Don Remigio Díaz, héroe de la batalla de la Trinidad; Lucía con Don José Santos del Valle, quien ejerció interinamente la Jefatura del Estado de Honduras; Dolores con Don Diego Vigil y Cocaña, último Vicepresidente de la República Federal y Josefa con Francisco Morazán Quezada.

Josefa Lastiri

Josefa Lastiri, bautizada con el nombre de María Josefa Ursula Francisca de la Santísima Trinidad, en la iglesia parroquial de San Miguel de Tegucigalpa, el 22 del mismo mes, por el Cura Vicario Juez Eclesiástico de ese beneficio, Juan Francisco Márquez.

A Josefa le tocó crecer   en esos años en los que en la región centroamericana arraigaba la noción de la emancipación, cuyos antecedentes inmediatos los encontramos en el levantamiento de 1811  en la ciudad de San Salvador. El 13 de diciembre de 1811 el pueblo de León, Nicaragua,  encabezado por el fraile guatemalteco  Benito Miguelena se levantó contra las autoridades españolas.  El 22 de diciembre, en Granada se reunieron en Cabildo Abierto, y se levantaron contra el orden colonial.

También vivió los acontecimientos relacionados con los separatistas de Tegucigalpa. Estos  decidieron seguir  el modelo de la sublevación  salvadoreña, es decir,  derrocar a las autoridades constituidas, apoderarse de las armas y dinero guardado en la Plaza de Armas y en la Caja Real. Alcanzados estos objetivos pasar a liberar a los prisioneros, proclamar la independencia y devolver a España a los altos administradores peninsulares. Un nuevo levantamiento ocurrió en San Salvador, el 24 de enero de 1814, el cual estuvo encabezado por el Sacerdote Dr. Matías Delgado.  Esta experiencia caló las conciencias de las/os jóvenes y preparó la independencia de 1821.

La formación recibida en el seno del hogar modeló su carácter y la convirtió en una distinguida joven,  en una mujer de carácter que frecuentaba los salones de la ciudad de Tegucigalpa. En 1808, Josefita  contrajo  matrimonio con un acaudalado joven de su misma edad, Don Esteban Travieso y Rivera, nacido el 2 de septiembre de 1792. Tras la boda, los Travieso Lastiri establecieron su residencia en la ciudad de Comayagua.

De ese matrimonio nacieron cuatro hijos: Ramona, Tomasa, Paulina y Esteban Travieso y Lastiri. Don Esteban falleció en Tegucigalpa el 27 de febrero de 1825, Josefa contaba con 32 años de edad. Heredó a su familia un considerable patrimonio,  en el que figuraba la hacienda de Jupuara o Rancho Chiquito.

El modo en que se desarrolló el vínculo amoroso entre Francisco y Josefita  son la constancia  de sus ideas liberales, és†as les permitieron asumir su situación con bastante libertad y naturalidad.  Sin embargo,  dbido a la presión social propia de una sociedad conservadora como la Comayagua,  celebraron su matrimonio en esa  ciudad el 30 de diciembre de 1825, cuando ambos tenían treinta tres años. Fueron testigos de su boda el Coronel Don Remigio Díaz, esposo de Doña Petrona Lastiri, y Don Coronado Chávez, años después Presidente de Honduras.

Josefa y Morazán enfrentaron juntos Las adversas circunstancias históricas por las que atravesaba  la región centroamericana.  El  hogar de los Morazán Lastiri no tuvo una vida sosegada. Las discrepancias ideológicas, reflejo de los diferentes intereses económicos se resolvieron con la guerra.  El Gobierno de Don Dionisio de Herrera, en el que Morazán se desempeñaba como Secretario General y Presidente del Consejo Representativo, se enfrentó con las autoridades federales, quienes enviaron sus tropas a Honduras y en abril de 1827 sitiaron la ciudad de Comayagua, la que fue decididamente defendida por sus pobladores.

El 10 de mayo  de 1827, a las once de la mañana, entraron triunfantes Comayagua las tropas federales, comandadas por el Coronel José Justo Milla. Dionisio de Herrera, el Jefe de Estado legítimo de Honduras, fue capturado por los invasores y enviado  para Guatemala.  Lo sustituyó Cleto Bendaña, impuesto por el mismo Milla.

De su breve estadía en Costa Rica, tras el fusilamiento de Morazán,  podemos destacar que permaneció un tiempo en Heredia, protegida por el anti carrillista Moya.   Meses más tarde se trasladó a El Salvador en la goleta Coquimbo, el 12 de diciembre desembarcaba en el puerto de La Unión para establecerse en Cojutepeque, con un frágil economía familiar. Los bienes heredados de sus padres y de los Travieso sirvieron para sufragar  las campañas de  Morazán a favor de la democracia y la unidad centroamericana. 

Josefa acompaña a Morazán desde muy tempranamente en todas las acciones que emprendió Morazán y le acompañó hasta su muerte, en el fortalecimiento de los cimientos de la Federación Centroamericana. Consecuentemente, también respaldó al general Morazán en sus actividades políticas y militares. 

En estas contiendas perdió prácticamente el cuantioso patrimonio heredado de su familia y de su primer esposo. Después de la caída del ejército revolucionario y el injusto fusilamiento de Morazán en septiembre de 1842, Josefa y su familia regresaron a El Salvador en el reconocido barco Coquimbo. Murió en la ciudad de San Salvador el 15 de agosto de 1846. 

GUATEMALA

Dolores Bedoya de Molina

Dolores Bedoya de Molina nació un 20 de septiembre de 1783, en Guatemala y falleció un 9 de julio de 1853 en la Ciudad de Guatemala, a los 70 años de edad. Bedoya de Molina es la más reconocida de las mujeres que animaron la Independencia de Guatemala y que acompañaron a los independentistas como mensajeras y otras actividades de vigilancia, alternando con militares realistas a fin de que cambiaran de facción, como traficantes de armas, como sugerentes seductoras de los realistas, y como rehenes para obligar a sus familias a someterse o proceder a favor de la independencia. Se sabe que sus enunciados, los que realizó andando por las calles de la Ciudad de Guatemala, animaron a que la población apoyara la firma del acta.

Ha quedado bien establecido que la mañana del 15 de septiembre de 1821 Dolores se encontraba entre un grupo de mujeres y hombres en los alrededores del Palacio Nacional. Cuando se confirmó la firma del Acta de Independencia quemaron cohetillos, llevaron música y celebraron la ruptura con el imperio colonial.

Bedoya sobresalió en una época en la que las mujeres tenían una participación en temas políticos poco reconocida y visibilizada, pues ellas eran responsables de alimentar a los sublevados, transportar las comunicaciones y avituallamientos. La participación de Bedoya de Molina sentó las bases para que se las incluyera más en decisiones sociales en el futuro.

Dolores Bedoya fue hija de Pedro Bedoya y de Manuela Antonia González. El 9 de febrero de 1804 contrajo matrimonio en la Catedral Metropolitana con el doctor Pedro Molina. Ella viajó a Granada, España, junto a su esposo, donde procrearon sus primeros cuatro hijos, de los ocho que conformaron la familia: Pedro, el mayor nació en 1809 y se inclinó por la carrera militar. En 1810 nació Concepción, quien se casó con Manuel Urungaray, hombre de decidida y relevante participación cívica y política en Centroamérica.

Posteriormente, en 1812 nació Felipe Francisco, quien se dedicó a la agrimensura. Fue un diplomático y político que realizó una interesante actividad en Costa Rica y Norteamérica. El cuarto hijo, José Ramón nació en 1813 y vivió más tiempo en Guatemala. Estuvo casado con Leona Flores, posiblemente nieta del ilustre doctor José Felipe Flores.

En 1814 Dolores Bedoya y su esposo regresaron a Guatemala, donde nacieron cuatro hijos más: José, quién murió a la mayoría de edad; Manuel nació en 1817, era militar y fue fusilado en 1842 en Costa Rica, fusilado por el ejército de Francisco Morazán por orden del Congreso que se reveló contra Francisco Morazán; Luis nació en 1819, habiendo sido abogado y diplomático; y Vicente, quien nació en 1821, fue médico.

Dolores Bedoya de Molina, en una carta dirigida a uno de sus hijos nos dejó sus más intimas convicciones respecto de la mujer:

La mujer es en su juventud una flor que de el hombre usa como la abeja y marchita y gasta… que es agente, que no necesite del hombre para subsistir, que se le dé una educación para que se baste a sí misma. Yo estoy por la independencia.

DOLORES sufrió la pérdida de su hermano a manos de Mariano Antonio de Larrave quien fue el Alcalde Primero del Ayuntamiento de Guatemala durante la Independencia de Guatemala. Era partidario de la anexión a México, aunque fue uno de los 13 firmantes del Acta de Independencia. El 30 de noviembre de 1821 comandaba una patrulla cuando se encontró con un grupo de liberales, a quienes llamó al orden sin éxito. Por ello ordenó disparar contra los civiles, matando a Mariano Bedoya -hermano de Dolores Bedoya de Molina– y a Remigio Maida.

EL SALVADOR

Las Hermanas Miranda.

María Feliciana y su hermana Manuela Miranda, salvadoreñas, o mejor dicho centroamericanas, jugaron el papel fundamental de divulgar entre los criollos que se estaba organizando el primer movimiento independentista en San Salvador. Sin embargo, la historiografía patriarcal solo ha mencionado a los hombres. Se conoce que éste fue liderado por los presbíteros José Matías Delgado, Nicolás, Vicente y Manuel Aguilar y el general Manuel José Arce, entre otros, un 5 de noviembre de 1811.

La zona de Sensuntepeque se alzó un 29 de Diciembre de 1811. Las hermanas hicieron circular la noticia del movimiento patriota en Sensuntepeque, promoviendo un levantamiento general contra el imperio colonial, haciendo un vocería y tocando un tambor.

Pero el movimiento fracasó y las hermanas Miranda fueron capturadas por los españoles y procesadas en Sensuntepeque tiempo después del movimiento patriota. Se les privó de la libertad y las encerraron en el Convento de San Francisco de la localidad de San Vicente de Austria y Lorenzana. Fueron condenadas a cien azotes a cada una y a servir sin salario en la casa de un sacerdote por el resto de sus vidas. María de los Ángeles murió en 1812 a los 22 años de edad, luego de ser azotada frente a la multitud que se aglomeró en la plaza central de San Vicente.

En el proceso de emancipación de Centroamérica, también cabe mencionar a María Antonia Arce y María Felipa Aranzamendi. Ambas acopañaron a sus esposos en sus luchas emancipadoras y fueron defensoras de sus esposos encarcelados en Guatemala y San Salvador por revelarse en contra del imperio colonial. Sin duda ellas también fueron activistas, conspiradoras, espías y mensajeras. Entre ellas también se pueden mencionar los nombres de Mercedes Castro (fusilada en San Miguel por su lucha libertaria), Josefina Barahona, Micaela y Feliciana Jerez también destacaron por su apego al proceso libertario.

Doña María Felipa Aranzamendi

Doña María Felipa Aranzamendi (1792-1845) fue declarada Prócera de la Independencia, según Decreto Legislativo del 11 de diciembre de 2003, era hija de ilustre familia criolla de San Salvador; y fue esposa del Gral. Manuel José Arce. En 1822, cuando las fuerzas guatemaltecas y mexicanas invadieron San Salvador para forzarla a la anexión a México, doña María Felipa y su cuñada Manuela Arce bordaron la bandera azul y blanca que todavía es emblema de El Salvador.

NICARAGUA

Josefa Chamorro

En Nicaragua destaca la participación de Josefa Chamorro en 1811 – una de las primeras independentistas de Centro América – quien se levantó junto a Juan Argüello y Manuel Antonio de la Cerda para declarar a la ciudad independiente de España y de León, determinada de desterrar las monarquías e impulsar ideas republicanas, independentistas y libertarias. Josefa Chamorro y el párroco de la ciudad leyeron el bando que abolió

totalmente la esclavitud. Sin embargo aquel levantamiento no duró mucho, fue brutalmente desarticulado por las tropas del Rey y Josefa Chamorro fue encarcelada junto a los hombres en la Costa Atlántica de Honduras, en las masmorras de San Fernando de Omoa.

La historia oficial ha invisivilado su nombre, el cual solo ha sido recogido en la plancha trasera del Obelisco de la Independencia que se erigió a los actores de 1811 y 1812.

Durante la supuesta Independencia de Centro América en 1821, los criollos granadinos asumieron el rol de los españoles, incluso en la marginación y opresión de las mujeres, prohibiendo el acceso a la educación o a participar. Sólo que las mujeres no se han quedado de brazos cruzados, desde entonces ha habido mujeres que han cuestionado a quienes detentan el poder y han pujado por cambios que las incluyan. Eso no ha sido del agrado de los

gobernantes. Los años siguientes a la Independencia fueron de incertidumbre y búsqueda, pasando de ser parte de una Capitanía a ser parte del Imperio Mexicano, de la Federación Centroamericana hasta ubicarse como países independientes. En el caso de Nicaragua,

también se vivieron conflictos internos. Pero en todo esto, había algo claro para los criollos ahora gobernantes: el lugar de las mujeres era en las casas, criando y atendiendo a las familias.

COSTA RICA

Juana del Castillo y Palacios

Juana del Castillo y Palacios(1799-1841), sobrina del presbítero Florencio del Castillo, se casó con Juan Mora Fernándesen San José el 13 de enero de 1819 con el que tuvo once hijos: María Josefa Eugenia de Jesús, José María, María Escolástica de Jesús, Innominado (mellizo), Inmominado (mellizo), José Frutos, Ramón, Juan María Gordiano de Jesús, Juana Dolores de Jesús (Juanita), Camilo de Jesús y Adela de Jesús Mora del Castillo. Como esposa de Juan Mora Fernándesle acompañó en su carrera como comerciante, maestro y político costarricense, como Jefe de Estado de Costa Rica y reelecto en dos ocasiones, de manera que guio al recién surgido Estado de Costa Rica en tres administraciones (1824-1825, 1825-1829, y 1829-1833). Le acompaño en su labor incentivadora del cultivo de café en Costa Rica, lo cual cambió la economía, sociedad, cultura y política del país.

Petronila Chacón y Evarista Hidalgo

Petronila Chacón fue la primera esposa de Felix Fernández y Tenorio y Aguilar con quien contrajo nupcias en San José el 2 de mayo de 1785 con y Josefa Evarista Hidalgo y Oreamunofue la segunda esposa de Felix Fernández y Tenorio, con quien se casó en Cartago el 21 de junio de 1807, quienes quienes le acompañaron en su carrera como militar y político costarricense, nacido en San José, Costa Rica, en 1754. Fue hijo de Pedro Nicolás Fernández y Acosta y de María Catarina Tenorio y Castro.

Francisca Carrasco Jiménez (Cartago, 8 de abril de 1816 – San José de Costa Rica, 30 de diciembre de 1890, más conocida popularmente como Pancha Carrasco, considerada como una heroína costarricense por su participación durante la Campaña Nacional de 1856-1857 en contra del filibusterismo.

De origen campesino, Francisca Carrasco Jiménez nació el 7 de abril de 1816 en la aldea Taras, cerca de la villa de Cartago, a orillas del río Reventado, en el seno de una familia de mestizos y mulatos, hija de José Francisco Carrasco Méndez y María Trinidad Jiménez. Contrajo matrimonio (y enviudó) en tres tres ocasiones: la primera en 1834 con Mario Solano, la segunda con Espíritu Santo Espinoza, y la última con Gil Zúñiga.

La vida de Pancha Carrasco fue como la vida de la mayoría de la mujeres de su tiempo, signada por las dificultades las que enfrentó con convicciones republicanas, con bravura, resuelta y dispuesta, así alcanzó un lugar esencial en la historia de la defensa de la libertad y la soberanía de Costa Rica.

En aquella época las mujeres aún eran excluidas de los sistemas oficiales de la educación Francisca logró aprender a leer y escribir, con lo que tuvo acceso a mayor información.

[1] José Dionisio de la Trinidad de Herrera y Díaz del Valle (9 de octubre de 1781, Choluteca, Honduras-13 de junio de 1850) fue hijo primogénito de don Juan Jacinto Herrera quien fue Alcalde Provincial de la Villa de Choluteca desde 1793. Su madre fue Paula Díaz del Valle Izaguirre,hermana de la madre del prócer de la independencia centroamericana, José Cecilio del Valle.

Su esposa fue Micaela Josefa Quezada Borjas, con quien se casó en 1802, llegó a procrear 9 hijos. Doña Micaela era hermana de la madre del General Francisco Morazán, Guadalupe Quesada Borjas, de quien Herrera fue tutor.

Su hermano Justo José Vicente Herrera Díaz del Valle ejerció el cargo de Jefe Supremo del Estado de Honduras de 1837 a 1838 y otro hermano, Próspero José Herrera Díaz del Valle, era diputado y ministro plenipotenciario ante Francia e Inglaterra.

2. Manuel Godoy protegido de la reina María Luisa por su belleza e inteligencia,  hombre fuerte de Carlos IV, secretario de estado de Carlos III y generalísimo de Fernando VII. Manuel Godoy hizo todo lo posible por impedir que la educación llegara a América. 

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